La llegada de  un misionero que fue muy bien acogido en un populoso sector llamado El FORTIN en 1996.

El padre  FELICE PRINELLI, quien vino  con una misión; a evangelizar a las personas para ayudarlas a mejorar su   vida.

Y fue aquí, observando sus necesidades, y por el cariño que tiene a su prójimo especialmente a los niños, propicio un proyecto, el cual lo ejecuto con el permiso de sus superiores y con la ayuda de otros misioneros de su país Italia. Fue la escuela “La Consolata” y desde ese entonces, hace 15 años, proyecto de vida ha estado ayudando a muchísimas  personas, especialmente con la llegada en sus andar de muchos misioneros, tales como nuestros amigos CORRADO un  misionero que ayudo al padre TIZIANO, que  gozaron de una aceptación inimaginable por parte de estas personas, y de ahí, fuimos visitados por otros misioneros que vinieron  a dejar sus huellas marcadas para un caminar mejor.

¿Quién no puede recordar? A nuestros queridos misioneros: Ricardo, Chaira, Marinella, Cristina, José, Anita, Matia, Corina personas que hicieron como parte de su vida a las personas del fortín, dejando atrás a sus familiares para ayudar al propósito de DIOS.

Cabe hacer notar que junto con todos estos misioneros también participaron otras personas que nos fuimos involucrando con este  andar y nos  referimos a los profesores que se ganaron la confianza del padre FELICIE para iniciar el proyecto  marcado.